Las piscinas y jacuzzis pueden ser diseñados tanto a la medida como para mantener las formas y tamaños tradicionales. Cada diseño debe contemplar los requisitos del cliente.
Pueden ser piscinas para estar sentados y disfrutar el agua o piscinas para competencia o nado sincronizado. Piscinas públicas o privadas.
Para diseñar piscinas se debe tener en cuenta: la calidad del terreno, el clima del lugar, las necesidades del cliente, el presupuesto, los tiempos totales contemplados.
En la actualidad se pueden construir piscinas en PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio), concreto o mampostería estructural.
Al definir que se quiere construir una piscina, debemos realizar un análisis de la calidad del terreno. De eso depende el nivel de durabilidad y por tanto el tipo de materiales a utilizar.
Una vez que se quiebren las paredes de la piscina, difícilmente se puede reparar exitosamente. Esto puede suceder por movimiento del terreno, por la calidad de materiales o sistema utilizado.
La forma, tamaño y servicios de la piscina también afecta el tipo de construcción requerido. Formas complejas exigen diseño estructural y materiales acordes con el diseño.
Al momento de fundir se debe tener en cuenta los accesorios que irán empotrados para incluirlos en la fundida, y así evitar romper la estructura posteriormente. Accesorios como: desnatadores, inyectores, difusores, chorros, luces, escaleras, rejillas, fuentes y cascadas.
Una vez se funda la piscina y se empotren estos accesorios, se procede a colocar el enchape y a construir el cuarto de máquina.
Luego de ser enchapada la piscina se procede a confirmar el sellamiento de la misma, llenando con agua y revisando posibles fugas.
El montaje de los filtros y demás equipos de tratamiento de agua se realiza al final del proceso.
El agua de las piscinas se trata entre dos y tres veces a la semana, dependiendo de su uso. El agua de las piscinas casi nunca se cambia, no solo por sus altos costos valor del agua sino por su desperdicio, también por su nuevo tratamiento.